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Campagne Zéro Expulsion

Brasil

Van a comenzar las jornadas de lucha por la reforma urbana

Brasil: 1 de Octubre de 2007-09-25

Una vez más los movimientos sociales urbanos y el Foro Nacional de Reforma Urbana salen a las calles en su movilización anual. Como en el 2005 cuando organizaron una marcha con 5 mil personas en Brasilia, en el 2006, cuando hicieron la primera edición de jornadas de luchas por la reforma urbana, está llegando la hora de la movilización del 2007. Los días 1 y 2 de octubre, todas las organizaciones y movimientos sociales que defienden ciudades más justas y democráticas harán manifestaciones regionales para la segunda edición de la Jornada Nacional de Luchas por la Reforma Urbana y el Derecho a la Ciudad.

La fecha 1 de Octubre es el día mundial del Hábitat, un día internacional donde el mundo entero vuelca su atención en la cuestión del derecho a la vivienda. Las organizaciones y movimientos reivindican que en Brasil, el Día Mundial del Hábitat (que en realidad es celebrado siempre el 1 y 2 de octubre) sea declarado oficialmente como Día Nacional de la Reforma Urbana. Para esto ya existe una iniciativa en el Congreso Nacional.

Uno de los grandes objetivos de la jornada de 2007 es la reivindicación por la profundización de la participación social en la gestión de las ciudades. Hoy en diversas ciudades brasileras, la sociedad se movilizó y exigió la instalación de consejos municipales par la discusión de políticas públicas y control sobre la gestión municipal. Nacionalmente, las políticas urbanas son discutidas en el Consejo Nacional de las Ciudades. Entretanto, la efectividad de estos consejos todavía es limitada por varios factores. Lo que la jornada exigirá es la reglamentación de estas instancias, donde ya existieren, y la creación de nuevas instancias de participación, pero con la garantía de efectividad.

Un punto muy importante de pauta de la Jornada de Reforma Urbana este año es el relativo al programa de Aceleración de Crecimiento, el PAC, una iniciativa de gobierno federal para realizar obras públicas de varios tipos y funciones. Gran parte de los voluminosos recursos que el gobierno va a aplicar en el PAC serán destinados a obras de infraestructura en áreas urbanas. Es preciso que estas obras sean discutidas con sus beneficiarios directos y la sociedad civil de cada localidad. También es fundamental que la selección de los proyectos y el destino de los recursos sean debatidos socialmente en los consejos. Si no podría pasar lo que tradicionalmente ocurre en el país cuando hay inversiones públicas de gran envergadura: las obras representan mejorías relativas para la población, tienen poco impacto positivo en la vida de los más pobres y generan ganancias económicas y políticas descomunales para contratistas y otros sectores empresariales.

Como no podría dejar de ser, la Jornada de Luchas Por la Reforma Urbana va a reivindicar la reducción del trágico déficit habitacional brasilero por medio de políticas consistentes de vivienda popular. La demanda de vivienda en Brasil es calculada en 7 millones de unidades habitacionales. Bajo todos los aspectos, una política pública que proponga reducir esta situación escandalosa deberá priorizar a familias con hasta 5 salarios mínimos. Ya existe por iniciativa de proyecto de ley de los movimientos populares urbanos, el Fondo Nacional de Vivienda de Interés Social, un recurso público (de los gobiernos federales, estadales y municipales) y privados en situación de desocupación.

Con relación al fondo, las organizaciones exigen que los recursos sean aumentados. Pero no solo esto. La propia construcción de viviendas no debe dejarse sobre el control total del gobierno y contratistas.

Ya existen en Brasil muchas experiencias de asociaciones comunitarias y cooperativas de producción de casas populares a partir del modelo de autogestión. Estas organizaciones pueden y deben acceder a los recursos y fondos del PAC a fin de producir a su manera y sobre sus reglas la vivienda, que al final será de ellos con la legalidad conferida por el derecho humano que por muchos años fue desatendido. Con relación a edificios públicos vacíos, ellos son el primer y más cabal ejemplo de propiedad cuya función social no está siendo respetada. En conocimiento de esta situación, movimientos sociales de las ciudades están regularmente ocupando estos edificios para no dormir en la calle. Es preciso que estos edificios sean una de las puntas de lanza de la Reforma Urbana. Con su conversación inmediata en apartamentos de vivienda popular, definidos así por políticas públicas de gobierno en sus diversas instancias.

Cuando ocurren las ocupaciones de estos edificios vacíos, sean ellos públicos o de propiedad particular, en todos los casos la justicia se apresura a la reintegración de la posesión. La policía, a su vez, se moviliza con prontitud inusual para realizar el desalojo. Y casi siempre, estos desalojos resultan en trágicos casos de violencia. Por eso, en la jornada de este año, una de las grandes banderas será la creación de una política nacional de prevención de desalojos. Esto incluye una revisión de comportamiento modelo del Poder Judicial, que analiza las ocupaciones de edificios vacíos apenas por la óptica del derecho a la propiedad, pero nunca ve por la visión del derecho a la vivienda. Implica también un compromiso de gobiernos estatales por cambiar el comportamiento de la policía. Pero por encima de todo implica una necesidad de producción de viviendas populares de calidad.

Los días 1 y 2 de Octubre, Brasil va a ser sacudido por este debate, que se tomará varias ciudades, por iniciativa de los foros regionales de reforma urbana y movimientos sociales urbanos brasileros: Central de Movimientos Populares, Movimiento Nacional de Lucha por Vivienda, Unión Nacional de Vivienda Popular y Confederación Nacional de Asociaciones de Habitantes. Junto con ellos está el Foro Nacional de Reforma Urbana, una organización amplia y variada, de la cual la FASE es la secretaría, y quien congrega millares de personas en el esfuerzo de construir ciudades democráticas, justas y sustentables para todos y todas.