La UPU en el Congreso ALAS
En el marco del congreso de la asociación latinoamericana de sociología desarrollado entre los días 31 de agosto y 4 de septiembre en Buenos Aires, los principales referentes de la universidad popular urbana (U.P.U.), Alessio Surian y Cristina Reynals participaron en el foro “Organizaciones de la Sociedad Civil y producción de conocimiento: Interrogantes y desafíos para América Latina”.
El foro fue coordinado por Angélica De Sena ( Cátedra de Metodología) FCS-UBA; al igual que Oscar García representante de la Universidad de San Martin, Eliane Ribeiro proveniente de la universidad Fluminense, Brasil, y Alejandra Moya en representación del Centro de Estudios Sociales (CES); como participantes se destacaron en la primera ronda de aportes, Roxana Crudi, investigadora profesora del Taller Exclusión Social y Nuevos Padecimientos FCS-UBA y facilitadora en II Encuentro Regional UPU en República. Domicana , Miguel Ojeda miembro de “la Asamblea por la Recuperación del barrio”, del barrio Ejercito de los Andes, quien fue parte del primer Taller Nacional UPU “Habitat y Ciudadanía” en Ushuaia, y Bilma Acuña, presidenta de ENAKORE villa 15, CABA quien participó en los dos Encuentros Regionales UPU: Bs As 2006 y República Dominicana 2007, ambos miembros de la Red de Hábitat de Argentina. Y finalmente, también fueron de la partida, militantes y dirigentes de distintos movimientos sociales, y estudiantes de distintas nacionalidades, que pudieron intercambiar sus experiencias.
Se dio inicio al foro, planteando este interrogante: ante una ciencia social “banco mundializada”, ¿es posible pensar otros espacios de producción de conocimiento?
Así A. Surian comenzó marcando las cuestiones que se presentaron a la hora de la creación de la U.P.U, la idea de apropiarse del relato propio, de su propia voz y, al mismo tiempo, usarlo para una creación de conocimiento que permita cuestionar e impulsar las políticas; señalando, así mismo, la importancia trascendental que tiene la formación de líderes que puedan continuar en el tiempo las luchas. También, explicó algunos aspectos de la práctica concreta de los encuentros de producción de conocimiento que organiza la UPU: las recurrentes historias acerca de los “clicks” personales que llevaron a cada uno a la militancia, como el resultado de una acumulación de contenidos intelectuales, pero más aún emocionales; y la doble búsqueda que los atraviesa, la construcción de conocimiento que permita ganar las luchas y el continuo esfuerzo para mejorarse a sí mismo como productor.
Por su parte, C. Reynals (UBA-UPU), dio cuenta del proceso que devino en la conformación de la Universidad Popular Urbana, considerando los actores que intervinieron en el Primer Encuentro UPU, y relató cómo a través del intercambio con FEDEVI, lo/as dirigentes de Lima a su regreso constituyeron FOVELIC como un emergente ejemplificador de este proceso.
Se inicio, así, un hilo conductor de las intervenciones tendiente a problematizar las definiciones de sociedad civil, la propia producción conocimiento como actividad, cuestionando las clásicas respuestas a “el para qué”, “el para quién” y “el con quién” del conocimiento, el rol de la academia universitaria, y la necesidad de producir y cuestionar los conceptos sociales que definen la acción, recordando que estos son legitimables y legitimantes al mismo tiempo.
Así se sucedieron las participaciones, primero, de R. Crudi, quien planteó los lineamientos básicos de la metodología co-productiva, la importancia de recuperar las voces de los habitantes como elementos teórico en igualdad de condiciones que los sociólogos clásicos, y, además, relató su experiencia personal, como dijo Alessio, su propio “click”, producido en su trabajo académico en el barrio “Ejercito de los Andes”. Le siguió Miguel quién resalto el rol fundamental del dolor en la producción de conocimiento, y como solo recuperándolo y haciéndonos cargo de él, podremos organizarnos para superarlo. La intervención de B. Acuña giro en torno a contemplar su experiencia académica como parte de la sociedad en la que está inmersa, es decir, como alguien agregó, como otra vivencia .
Luego se inicio un pequeño debate, acotado por los tiempos del congreso, en torno a la producción de conocimiento como derecho, sus implicancias en la práctica militante y las relaciones que establecen las universidades con los movimientos sociales, que generalmente se piensan a sí mismas por fuera de la sociedad, siendo que ellas no son más que otro actor en el barro de la historia. En el cierre a cargo de Angélica, se sintetizó algo fundamental, la necesidad de avanzar hacia la democratización de la producción y el acceso al conocimiento como derecho, y como medio para alcanzar, una sociedad con justicia social, autonomía económica y soberanía política.