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Colombia, Amenaza de desalojo: A propósito de la paz y el ESMAD

Mientras el presidente agradece personalmente al ESMAD por el “trabajo importantísimo” que adelanta, en los barrios reaparece la incertidumbre ante las amenazas de desalojo. Una gran indignación causan esos halagos, especialmente en quienes hemos sentido en carne propia la brutalidad con que actúa ese Escuadrón. Totalmente contradictorio resulta que, mientras se alcanzan históricos avances para la solución política del conflicto armado colombiano, el presidente colombiano realice homenajes al ESMAD y afirme que “su papel va a ser cada vez más importante ahora que estamos haciendo esta transición hacia la paz.

Una sociedad tan castigada por el dolor, la guerra, el despojo y el conflicto merece alcanzar una paz que permita vivir con dignidad y con tranquilidad. Una de las expresiones más dramáticas del conflicto social colombiano es el despojo de viviendas. Las palabras de doña Graciela, víctima de desalojo, conmueven en lo más profundo del ser. Notablemente afectada por la pérdida de su hogar, manifiesta no encontrar razones para seguir viviendo.

Manifiesta cómo su vida se ha despedazado desde aquel desalojo… Sus palabras me hacen recordar cómo hace años mi madre comenzó a trabajar para edificar, ladrillo a ladrillo, paso a paso, la casa de la cual fuimos desalojados hace ya casi un año. Y ahora, en el barrio, nuevamente está latente la amenaza de desalojo, con participación incluso del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD).

“Hace unos minutos, antes de iniciar esta ceremonia, fui personalmente a agradecerles a los miembros del Esmad su trabajo. Un trabajo importantísimo, un trabajo muchas veces ingrato. Pero se requieren personas de temple, personas fuertes, personas con nervios de acero, pero con el corazón ardiente por el amor a su institución y a su Patria para cumplir bien ese indispensable deber de preservar el orden público en todas las zonas y territorios del país. Y ahora que vamos a ver –porque eso es parte natural de este proceso– más movilizaciones y protestas sociales –porque ya no va a ser en las selvas a punta de bala, sino por las vías democráticas como se solucionen las diferencias de nuestra sociedad–, el papel de nuestra Fuerza Pública se vuelve también muy importante, el papel del Esmad se vuelve especialmente importante” , manifestó el presidente Juan Manuel Santos en la ceremonia de ascenso del general Jorge Hernando Nieto, director de la Policía Nacional, realizada el pasado martes 28 de junio  (http://es.presidencia.gov.co/discursos/160628-Palabras-del-Presidente-Juan-Manuel-Santos-en-la-ceremonia-de-ascenso-del-general-Jorge-Hernando-Nieto-Director-de-la-Policia-Nacional ).

Mientras el presidente agradece personalmente al ESMAD por el “trabajo importantísimo” que adelanta, en el barrio reaparece la incertidumbre ante las amenazas de desalojo. Una gran indignación causan esos halagos, especialmente en quienes hemos sentido en carne propia la brutalidad con que actúa ese Escuadrón. Totalmente contradictorio resulta que, mientras se alcanzan históricos avances para la solución política del conflicto armado colombiano, el presidente colombiano realice homenajes al ESMAD y afirme que “su papel va a ser cada vez más importante ahora que estamos haciendo esta transición hacia la paz. Vamos a ver más movilizaciones, vamos a ver más intentos de perturbar el orden público. Ustedes [el ESMAD] están llamados a cumplir una labor cada vez más importante”. Más ESMAD en los barrios y en las diligencias de desalojo.

Así quedó consignado en acta que fue dejada a don Napoleón, habitante del barrio Villas del Rincón en la localidad de Suba, quien se encuentra amenazado de desalojo. Actualmente se desarrollan obras de recuperación del Brazo del Humedal Tibabuyes, pero no se han adelantado por parte de las entidades públicas negociaciones justas con las familias a las que serán demolidas sus viviendas, como parte de un saneamiento predial contemplado en este proyecto. En Acta de Diligencia adelantada el día 20 de junio de 2016 del año en curso, por parte de la Inspectora 11D de Policía (E) Lilia María Albarracín Gómez [quien adelantó el desalojo en contra de la Casa Cultural 18 de Diciembre], se señala que “[s]e ordena que por Secretaría General se oficie a la Policía Nacional, de infancia y adolescencia, el ESMAD, al instituto de Bienestar Familiar [...] para que ese día [4 de agosto] acompañen al despacho para realizar la diligencia” .

Don Napoleón manifestó a la inspectora que “vivimos aproximadamente 20 personas en la casa entre los cuales hay 8 menores de edad, un canino, lo único que yo digo es que el valor que me avaluaron es muy bajito con lo cual no alcanzo ni la cuota inicial de un apartamento y yo tengo 60 años y tengo dos hijas menores una de 16 años que está en la universidad y otra de cinco 5 años de la cual tengo la manutención y espero que si la justicia existe se mire para este lado y sea imparcial” . Son 16 casas las que serán demolidas. Sus propietarios y habitantes no se oponen a la recuperación del ecosistema, pero rechazan que no se les garantice la protección al derecho a una vivienda digna.

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