Puerto Rico, Villas del Sol demanda respeto
A más de un mes de protagonizar enfrentamientos violentos con la Policía, los vecinos de la comunidad Villas del Sol, en Toa Baja, se unieron ayer a la celebración del Día Internacional de la Paz.
Por María Ivette Vega Calles / mvega@elnuevodia.com
Residentes se unen a la celebración del Día de la Paz
La comunidad Villas del Sol celebra junto a voluntarios y amigos el Día Internacional de la Paz.
A más de un mes de protagonizar enfrentamientos violentos con la Policía, los vecinos de la comunidad Villas del Sol, en Toa Baja, se unieron ayer a la celebración del Día Internacional de la Paz.
El evento, titulado “Jornada por la paz y la solidaridad con Villas del Sol”, contó con la presencia de los líderes comunitarios y residentes del lugar, así como de comunidades desalojadas como El Sol, en Ponce; Los Filtros y Mainé, en Guaynabo; y Gladiolas Vive, de Hato Rey.
Además asistió Pedro Franco, coordinador de la Alianza Internacional de Habitantes (AIH) y miembro nombrado por la Organización de las Naciones Unidas para el Habitat (UN-HABITAT).
“Voy a reunirme con los líderes, recibir información de ellos y luego visitaré la comunidad y hablaré con los residentes. Finalmente, haremos nuestro informe a partir de las evidencias”, afirmó el coordinador de la AIH.
Franco destacó que el propósito de su gestión es conseguir un diálogo entre el Estado y los residentes, para que se respeten los derechos humanos.
“Los desalojos son una violación prima facie (de primera instancia) de los derechos humanos”, afirmó.
Franco sugirió que un desalojo no se debe hacer a no ser por situaciones catastróficas, y que en todo caso se debe acordar bajo la garantía de que el Estado les provea a estas familias una residencia digna.
Durante la actividad, los niños de Villa del Sol tuvieron la oportunidad de pintar pancartas que mostraban mensajes como “Demandamos paz y respeto”.
Mientras que los adolescentes compusieron una canción que transmitía el sentir de los vecinos.
Nelly y Rosa María Rivera prepararon el almuerzo que compartirían todos los residentes, junto a los invitados.
“Nosotros queremos prevalecer como una comunidad. No queremos que nos den un plan que es sólo por seis meses y después hay que buscar. Yo estoy aquí porque lo que gano no me da para pagarme una casa, si no estuviera cómoda”, aseguró Rosa María.
Nelly mostró la alergia que tiene en la piel a causa de los gases que supuestamente emanan las plantas eléctricas que proveen electricidad a las 200 residencias que hay en el área.
“Estuve dos días en el hospital porque sufro de sinusitis y todo lo que hay en el ambiente me afecta. Yo hice con mucho esfuerzo mi casa aquí y me sentía bien de salud. Viví 20 años en un caserío y, si me fui de allí, era buscando otro tipo de vida. Aquí me siento feliz aunque sea una casita de tablas”, señaló.
El 30 de septiembre se celebrará una vista pública que tiene como fin la inhibición del juez Ángel R. Pagán Ocasio, del caso. Los abogados de los residentes solicitaron dicha moción, luego de que el togado hiciera declaraciones en corte abierta, que la defensa considera demuestra su imparcialidad.
Al resolverse dicha disputa, la próxima vista deberá atender la jurisdicción de los demandados.
Por su parte, el alcalde de Toa Baja, Aníbal Vega Borges, indicó que su municipio está en espera de la decisión del tribunal, para ofrecer las alternativas más viables.
“Entre las alternativas que se están ofreciendo están los ‘vouchers’ del plan 8, la renta por 6 meses y vivienda pública. En lo que llega la decisión del tribunal, nosotros seguiremos con la ayuda, como proveyéndoles el agua”, destacó. Hace dos meses esta comunidad no tiene servicio de agua y luz, por el plan de desalojo del Departamento de la Vivienda que se supone sea efectivo antes de diciembre.